El contradictorio camino de aprender a equivocarse


Si nunca te equivocas, duda de ti mismo, porque hay algo que estas haciendo mal.
Si algunas veces te equivocas, trata de aprender…
Porque si aprendes conocerás. Entonces no tendrás dudas y estarás seguro de ti mismo.
Si eres seguro de ti mismo, podrás hacer. Entonces hablarán de ti, por tanto da un buen ejemplo y… te admirarán.
Si te admiran, enséñales. Si les enseñas, te seguirán. Si te siguen, guíalos. Si eres un buen guía, serás prudente. Y la prudencia traerá la reflexión. Entonces podrás cambiar...
Y cuando cambies algo, descubrirás: Que a cada cual le es dada una cualidad intrínseca, que cada persona es especial, que todos tienen virtudes y defectos porque nadie es perfecto.

…Y descubrirás que te puedes equivocar, porque inteligente no es el que más sabe, ni el que más enseña, ni el que más seguidores tiene… Sino el que mejor hace.
Entonces llegarás a la conclusión: Que no eres el dueño de la verdad, que otros saben más que ti, que debes escuchar, que aún tienes mucho por aprender… Que aún te puedes equivocar y que al saber hay que sumarle experiencia.
Porque sólo el sabio conoce qué ha de cambiar… Cuándo, cómo y porqué.
Y no es sabio el que cree que sabe, sino aquel que se percata de su ignorancia.
Menos inteligente es aquel que sigue siempre el mismo camino y no encuentra otra manera de hacer las cosas: Porque ni piensa, ni aprende, ni sabe.
...Aunque nunca se equivoque.

Osvaldo A. Cuello Videla
Junio 2010

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